El bestiario de Birch (2.0) – ¿Qué tipo de empresa eres?

BSM Consulting

5 de Octubre 2022

En 1979, el profesor del MIT David Birch publicó su libro “The Job Generation Process” en el que hacía una segmentación de las Pymes en base a su tamaño y a su capacidad o vocación de crecimiento. Esta curiosa clasificación que detallaremos a continuación se ha denominado “el bestiario (o zoológico) de Birch”.

Nota: Hay que tener en cuenta que en Estados Unidos se considera Pyme a toda aquella empresa que no supere los 500 empleados, mientras que en España y en Europa el límite está en 249 empleados.

Según este autor, existen 3 tipos de empresas:

🐭 Ratones

🦌 Gacelas

🐘 Elefantes

Sin embargo, desde que David Birch publicó su libro hasta nuestros días se han producido enormes cambios en el ámbito empresarial que nos llevan a la necesidad de ampliar las categorías de empresas, añadiendo (al menos) estos 2 términos acuñados recientemente:

🦄 Unicornios

🪳 Cucarachas

Los 3 tipos de empresas según David Birch

🐭 Ratones:

Pequeñas, tranquilas y sin aspiraciones de crecimiento.

Pequeñas empresas, con menos de 100 empleados (el equivalente en España podría ser menos de 50 empleados) y con “mentalidad de pequeñas”. Suelen ser empresas familiares que no saben o no quieren crecer. En ocasiones estos empresarios no quieren crecer porque prefieren mantener un estilo de vida más tranquilo. Estas empresas tienen poca capacidad de generar empleo debido a su falta de aspiraciones de crecimiento y a su poca viabilidad.

Los ratones no tienen poder sobre el mercado pero cuentan con una gran facilidad para cambiar y adaptarse a las circunstancias del entorno.

🦌 Gacelas:

Pequeñas, rápidas, adaptables y foco en crecimiento rápido pero sostenido.

Las gacelas son lo que comúnmente asociamos hoy en día al término startup. Son empresas pequeñas pero de rápido crecimiento que generan un volumen significativo de empleo. Suelen lanzarse desde los mercados locales a los nacionales e internacionales, usan nuevas tecnologías y mano de obra cualificada y la gestión no permanece entre miembros de una familia.

Según la definición de Birch, las gacelas suelen crecer al 20% anual durante 4 años.

Su rápido crecimiento se deriva del uso eficiente que hacen del conocimiento y de las herramientas tecnológicas, introduciendo nuevas ideas y nuevos productos, procesos y servicios. Muchas veces son las responsables de la creación de nuevas industrias.

Las gacelas son rápidas y adaptables. Se caracterizan por una rápida detección y exploración de nuevas oportunidades de mercado, una mejora continua en la productividad y eficiencia y una estructura organizativa flexible y ágil para cambiar según sea necesario.

A diferencia de las empresas tradicionales, las gacelas no compran a los competidores sino que buscan alianzas con partners estratégicos que les permitan externalizar parte de la actividad y concentrarse en el core de su negocio.

Para las gacelas, el acceso al capital riesgo es clave ya que los bancos tienen aversión al riesgo. Cuando alcanzan el éxito (3 a 5 años) algunas acuden a bolsa para seguir creciendo.

Aunque algunas gacelas se convierten en unicornios con el tiempo, en general se posicionan como un modelo más real y alcanzable que el buscado (y pocas veces hallado) unicornio. Las gacelas son los motores silenciosos de la economía.

🐘 Elefantes:

Grandes, antiguas, lentas, poco adaptables y con influencia en el mercado

Son grandes empresas que suelen cotizar en bolsa. Tienen organigramas complejos, poseen recursos, pero son lentas de movimiento y comparten una cultura conservadora de gestión y de poca adaptación al cambio.

Pueden ser tanto empresas con muchos años en el mercado como empresas de reciente creación como los gigantes tecnológicos (Google, Amazon, etc)

En periodos de recesión o crisis suelen destruir empleo. Tienen mucho poder en el mercado y pueden influir en las condiciones de un negocio o un sector.

Nuevos “animales empresariales”

Durante la década de 2010 se empezaron a acuñar nuevos términos para clasificar a aquellas startups con características muy marcadas pero que no encajaban bien en las 3 categorías de Birch. Principalmente se empezaron a usar los términos “unicornio” y “cucaracha”.

🦄 Unicornios:

Emergentes, rápido crecimiento y modelos de negocio disruptivos

El término unicornio, acuñado por Aileen Lee (fundadora de Cowboy Ventures) en 2013, hace referencia a empresas emergentes, fundadas por emprendedores jóvenes, con una fuerte base tecnológica, que en muy poco tiempo llegan a una valoración superior a los 1.000 millones de dólares. En el mundo el número de unicornios es de apenas 1.000 (en España contamos con tan solo 9 en 2022).

Apoyan su crecimiento en grandes rondas de inversión con capital riesgo. Algunos ejemplos de estos unicornios en la última década han sido: Facebook, LinkedIn, Twitter, Airbnb, Snapchat o Uber. Con el tiempo pueden llegar a convertirse en elefantes.

En comparación con las gacelas, los unicornios tienen un tamaño mucho mayor y un crecimiento mucho más exponencial.

Del término unicornio han derivado otros muchos en los últimos años como decacornio (valoración superior a 10.000 millones de dólares), dragón (unicornio que ha conseguido devolver los fondos a los inversores) o burro (unicornio que resultó estar sobrevalorado).

🪳Cucarachas:

Emergentes, crecimiento lento pero muy adaptables y resistentes

Aunque el término no suena demasiado agradable, la categoría cucaracha, acuñada por Caterina Fake (cofundadora de Flickr) en su artículo “The Age of the Cockroach”, se refiere a empresas de reciente creación (startups) que presentan un crecimiento sostenido pero son menos glamurosas que y ruidosas que los unicornios.

Aunque son empresas con valoraciones mucho menores que las de los unicornios y muchas veces desconocidas, tienen un crecimiento lento pero sostenido durante años. Cuentan con equipos de alto rendimiento y leales al proyecto, capaces de reaccionar con rapidez y con menos necesidad de recursos financieros.

Una startup cucaracha se convierte en una inversión más atractiva y segura para los inversores, dado que rigen criterios objetivos y menos especulativos que sustentan métricas de clientes y facturación reales. La inversión, en estas circunstancias, puede resultar menos rentable, pero más segura.

Hay vida más allá de los unicornios

Aunque los unicornios son actualmente la categoría con más visibilidad en el panorama empresarial, no debemos dejar que los árboles nos impidan ver el bosque. Actualmente en todo el mundo hay alrededor de 1.000 empresas consideradas unicornios, lo que es una cifra infinitamente inferior a la del número de empresas del resto de categorías.

Además, los unicornios no son los únicos que dinamizan la economía generando impacto y empleo. En realidad las pymes (micro, pequeñas y medianas) representan el 90% de las empresas, entre el 60% y el 70% del empleo y el 50% del PIB a nivel mundial.

Es importante entender que todas estas categorías forman un ecosistema en el que todos necesitan de los demás para crecer y evolucionar. Cada tipo de empresa aporta su granito de arena al tejido empresarial, lo cual hay que saber reconocer y agradecer a todas ellas (por muy “ratones” que sean).

¿En qué categoría te gustaría estar?

Si eres el dueño o trabajas en una Pyme, seguramente te verás reflejado en las categorías de ratón, gacela o cucaracha (por el tamaño de tu empresa). Pero la pregunta es, ¿estás cómodo en tu categoría actual? ¿En qué categoría te gustaría estar en el futuro? ¿Qué debemos hacer para alcanzar esa categoría objetivo?

Si te identificas con la categoría ratón, te sientes cómodo con la situación actual de tu empresa y no buscas crecer ni cambiar nada en tu día a día, ten cuidado y revisa tus objetivos a corto y medio plazo. En un entorno tan convulso y cambiante como el actual es peligroso relajarse. No querrás que te pise un elefante sin darse cuenta.

En cambio, si no estás conforme con la categoría en la que estás ahora o simplemente quieres crecer o evolucionar pero no sabes cómo hacerlo, es importante empezar por el principio. Deberás conocer en detalle la situación de tu compañía (fortalezas, debilidades, propuesta de valor, etc), definir cómo es tu visión de la empresa para los próximos años (cómo te gustaría ser) y concretarla en unos objetivos y una estrategia que te permitan alcanzar una posición más competitiva en el mercado y un crecimiento mayor y sostenible.

De esta forma podrás desarrollar todo tu potencial y el de tu empresa y encontrar tu sitio en el ecosistema empresarial.

Autor: Luis Castillo

Director en BSM

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